El aumento de costes y la valorización de los productos centran el Foro Nacional del Caprino

La necesidad de valorizar los productos del sector caprino y el desmesurado aumento de los costes de alimentación que está soportando la ganadería centraron el acto de inauguración del XII Foro Nacional de Caprino, celebrado en Aracena (Huelva) y organizado un año más por la Federación Andaluza de Asociaciones de Caprino de Raza Pura (Cabrandalucía). Además, las posibilidades de sostenibilidad que aporta el sector de los pequeños rumiantes también fueron protagonistas de este acto de inauguración moderado, por Juan Manuel Micheo, del Comité de Organización del Foro Nacional de Caprino.

En primer lugar intervino Manuel Guerra, alcalde de Aracena, quien destacó en su intervención las óptimas posibilidades que tiene el caprino en materia de sostenibilidad: “Desde el primer momento en el que se nos propuso acoger este evento, nos pareció una idea fantástica. Agradecemos a Cabrandalucía que nos diera la oportunidad de acoger este foro, además en un momento crucial, como es este año de reencuentros. Aracena tiene una gran vinculación con la ganadería, especialmente el caprino, por unas condiciones óptimas para el sector ganadero. La actividad ganadera representa la oportunidad, con un valor medioambiental, con un aprovechamiento sostenible de recursos, esencial para la conservación del medio y el potencial para prevenir los incendios forestales.

Silvia Durán, diputada provincial de la Diputación de Huelva, ahondó en estos aspectos e insistió en su vertiente social: “La ganadería es un factor de desarrollo de la provincia, ya que fija la población al territorio para luchar contra la despoblación. Forma parte de nuestra tradición, ligada al desarrollo de nuestros paisajes y a la gastronomía con la producción de quesos. La ganadería caprina es un factor de sostenibilidad”.

Por último, intervino Francisco Javier García Cervilla, presidente de Cabrandalucía, que puso el acento en las coyunturas que amenazan al sector caprino en la actualidad: “El sector caprino demuestra su gran capacidad de resiliencia. Los ganaderos han seguido trabajando para dotar de alimentos de alta seguridad y calidad. Los costes se han duplicado y los productos no están reconocidos por una sociedad cada vez más alejada del mundo rural. No debemos olvidar que las razas de Cabrandalucía suponen un valor genético y patrimonial de Andalucía”.