Antonio Luis Santos Pírez
Jefe de zona de Nanta en Almería
28/11/2025
Es importante controlar el estado de las instalaciones y equipos, para ello, además de una inspección visual y auditiva de los equipos, existen ya otros medios para controlar las instalaciones.
El uso de tecnologías como sondas de temperatura conectadas por USB y cámaras 3D, para introducir por el circuito de la leche, permite monitorear el proceso de ordeño y lavado. Estas herramientas ayudan a detectar fallos en el sistema, como cortes de tensión o temperaturas excesivas, y facilitan la inspección visual de los tanques y equipos.
Estas sondas y equipos no tienen por qué delegarse solo al técnico que gestiona la máquina, pueden conseguirse a un módico precio en el mercado y nos pueden ayudar a controlar mucho mejor el estado de la ordeñadora en concordancia con el asesoramiento técnico.
Las infecciones mamarias, especialmente las subclínicas, representan un riesgo importante. El Staphylococcus es el principal patógeno, transmitido durante el ordeño. Factores como la congestión del pezón, la apertura prolongada del canal y la baja inmunidad aumentan la susceptibilidad.
La rutina de ordeño debe ser estricta para evitar contagios, y un adecuado protocolo de detección y diagnóstico de animales clínicos y subclínicos el clave para un adecuado control.
La máquina de ordeño tiene un impacto directo en la salud mamaria. Un vacío excesivo o mal regulado puede provocar daños en el pezón. Las cabras, más sensibles que las ovejas, requieren especial atención en este aspecto. Componentes como la bomba de vacío, el regulador, el pulsador y la unidad final deben estar correctamente calibrados.
Los parámetros técnicos del ordeño más básicos son los siguientes:
La limpieza debe realizarse con agua a 70 °C, sin bajar de 40 °C al final del ciclo. Se recomienda una recirculación de al menos 8–10 minutos.
El uso de detergentes y ácidos depende de la dureza del agua.
Es fundamental inspeccionar visualmente los sistemas para detectar acumulaciones de grasa, piedra de leche u objetos extraños.
Los reguladores deben mantenerse limpios y funcionales.
Las pezoneras deben cambiarse cada 5.000 ordeños y revisarse por desgaste.
Los respiraderos deben estar libres para evitar el reflujo.
El uso excesivo de productos químicos puede deteriorar los componentes si no se controla adecuadamente.
La segregación de animales crónicos ayuda a prevenir la transmisión de infecciones.
Muy recomendable el pre-dipping y post-dipping en los animales.
El uso de guantes y la desinfección de pezoneras con ácido peracético son prácticas recomendables.
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